Oscar Perez

Busco trabajo

Busco trabajo

 

Busco trabajo, sueño demasiado

con ver gente feliz por todas partes,

veo hombres como hormigas repartiendo sus tesoros,

como abejas reviviendo cada día entre las flores,

veo niños que con jugar con un amigo ya todo lo saben,

escuelas por lo tanto no precisan,

ni libros salvo el árbol con sus hojas y misterios.

Busco trabajo, camino demasiado

por ciudades que no habito pues ya han muerto,

aquella de un ataque al corazón de sus nativos,

esta de soledad pese a millones de habitantes

y aquellas de volver día tras día ya anuladas

por sus esfuerzos en máquinas, en palas,

en talleres imposibles, en silencios y otras opresiones,

con ciudades que no habito pues no nacen

sino cuando te veo de mi mano y entonces

una calle, una plaza, unos vendedores aparecen

y torres de palacios y micros suburbanas

y un bar en que beber de la tristeza algunos tragos,

antes de volver a nuestras sábanas de cielo

para amarte de una vez sin más estrellas

que estos cuerpos ya desnudos y siempre solitarios.

Busco trabajo, tengo demasiadas cuentas,

con mis padres, con mi hijo, con mis propios huesos,

con unas mañanas frente al mar, con algunas tardes

en un bosque lejano recogiendo frutos,

obviamente también con los de la luz y el agua,

quién me iba a decir que dejarían de ser gratis un día.

Busco trabajo, me dicen que eso busque,

no más poemas a las vendas de la luna,

ni al mártir del horror de aquella patria,

no más contar con fe que cambiaremos,

que hay panes suficientes para todas las bocas

y sólo dignidad detrás del sol cuando amanezca.

Busco trabajo, no basta que me ocupe

de la sola cuestión de hacernos plenos,

de la felicidad, esa quimera,

o de su flor más gris, melancolía del que sueña,

no basta abaratar los costos regateando

con la noche para que nos devuelva las estrellas,

con el mar para que entregue de su voz las partituras,

con el monte para que abra sus dedos y halla ríos.

En un taller veré cómo un tornillo es igual a otro tornillo

o en un salón de clases haré clases

sobre cómo no vivir sino aprender a hacer millones,

quizá un buen escritorio es mi destino,

donde el jefe se siente y por alfombra

descanse sobre mi con sus zapatos importados.

Busco trabajo en fin, el mes termina

y he cumplido un año más o un año menos,

no sé muy bien lo que sucede, pero busco

y, en tanto, dejo aquí este fiel prontuario

de todas mis escasas aptitudes

y de mi dirección para que llamen

y me digan en qué línea del futuro

podré por fin poner mi nombre en un contrato.

 

http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/

 

03 02 14