HERMINSON YULE RIASCOS

MOMENTOS DE ENSOÑACIÓN

Con un cielo tan azul y el mar

cantando una conocida y dulce melodía,

estabamos aquél bello y mágico día

en una entrega tan nuestra al amar.

 

Parecíamos no poder calmar

esa hambruna y lo que sucedía

era algo onírico que a gritos pedía 

vivir y en nuestra historia plasmar.

 

El paisaje se vistió de lujuria y pasión,

gaviotas revoloteaban por todos lados,

era colibrí libando tu rica miel.

 

Fueron momentos de ensoñación

hasta quedar laxos  y abrazados

mientras el sol seguía acariciandonos la piel.

 

 

BELLA AL EXTREMO

 

En la arena quedó plasmada tu figura

repujada por de mi cuerpo el peso,

parecías parte de la misma natura,

bella al extremo pero sin exceso.

 

Cómo puede haber tanta hermosura,

hasta el mar vino a darte un beso

y sin borrarte, con inusitada dulzura

se retiró lento, lleno de embeleso.

 

Eso me pareció que hizo el gigante

y yo que vi tal acontecimiento

di gracias a Dios por ser tu amante,

 

el dueño de tu tiempo y sentimiento,

con quién compartes cada instante

para hacer imborrable cada momento.