Murialdo Chicaiza

LAS TARDES DE MI PUEBLO

El sol se encumbra

 al medio día

hay estío en el aire

e invierno en mi vida

los pedregales brillan

acariciados por el viento.

Hay un rumor de madreselvas

a niñas paseando y cantando.

 

La vieja iglesia

sosteniéndose aún

cuando el sol va a morir

en el ruboroso horizonte.

Las montañas al occidente

lloran y el San Pedro

se alimenta de este llanto

y este a su vez morirá

en el gran océano.

 

El sol se resiste a morir

sus rayos suspiran y extienden

sus graduales quejas

suplicando ante lo inevitable

 es entonces cuando hay estío

en mi alma y frio en mi pueblo:

Las flores taciturnas se acuestan

en su rutinario descanso

las madreselvas huelen a sapos

a grillos, a gitana luna.

 

Las niñas se han marchado

se despierta el nocturno reino

a la caliginosa iglesia

van los murciélagos ciegos.

ya no hay más tarde

en mi pueblo.