Amor mío, me dueles.
Entre el crecer y trascender
nunca estuvo contemplado el perderte.
Devastador fue mi andar sin
tu mano, sin tu risa derrepente.
Y he pasado sin ti, muchos largos días
crecí tanto como llore,
llore tanto que no creí sobrevivir.
Y asi fue, ahora sonrió en plenitud,
hoy ya no cabe tu nombre en mi andar.
He madurado, no por que haya
dejado de quererte, sino que tu
recuerdo, ya no duele.
Sonrio de anécdotas que pasamos,
te doy las gracias por haberme dejado,
y con tu ausencia enseñarme que
entre mis males abundan mas bienes.
Ahora soy un hombre nuevo,
sin miedo al fracaso,
quien no se da por vencido,
una persona que no le teme a la vida.
Amor mío me dueles, no por extrañarte,
por el hecho de no poder darte
cuenta en quien me he convertido.