marirodriguez

Sonrisa iluminada.

Ay, corazón de mi corazón,

no creo que alcances a conocer

el amor que reverente te profeso

más allá de todo deseo, de todo poseer.

 

Amor mío, mis palabras son inútiles

al ver que sonríes e iluminas

el horizonte de esta utopía

y mis intenciones adivinas.

 

Permíteme volar al cielo de tus ojos

y contemplar del Creador la majestad

que en el mundo no hizo belleza igual,

y alabar por la suprema potestad.

 

Ay, amor mío, si pudieras ver alma

sabrías porque a tu nombre clamo,

al ver en dorados caracteres,

en el idioma universal que dice: TE AMO

Manuel de Cervantes