Sandra Lizette Lugo

El Velorio

Velorio…,

¡Que santo jolgorio!

¡A jugar al dominó!

¡A contar chistes mongos!

El rosario terminó.

 

Flores, velas, comida

y reverencias fingidas,

vestidos lúgubres,

y una caja fúnebre.

 

Lagrimas sonreídas,

reunión familiar,

y anécdotas a contar.

¡Divertido funeral

 

Era tan bueno,

ese al que ni siquiera

en vida hubiste de saludar.

¡Hipocresía total!

 

Besos y abrazos,

y en la puerta un lazo,

anuncio estelar,

de un evento sepulcral .

 

Actores que lloran,

para darle realismo

a una obra teatral,

llena de egoísmo.

 

Y no puede faltar,

el “no se lo lleven”,

sabiendo que deben,

al muerto enterrar.

 

¡Que santo jolgorio!

Vana hipocresía,

que al llegar mi día,

me entierren y ya.