Raúl Daniel

La Última Soledad

Cuando los días que pasan

y en los meses que se juntan,

preguntando uno a otro:

¿por qué el tiempo no se cumple

y las cosas continúan

sin hallar terminación...?

el pensamiento divaga...

¡buscando consolación...!

 

Luchando porque la angustia

no se haga desolación,

desesperando de a poco,

cada día en demorada

lenta tortura en que el tiempo

¡es la daga utilizada

que rompe el corazón!

 

Es el alma atormentada,

es el espíritu inquieto

por omisiones o hechos

o dudas o insatisfechos

viejos anhelos o sueños

de los que sólo uno es dueño...

sin que nadie los comparta...

 

Esperando que se corte

esa cadena de plata

que nos mantiene en el cuerpo,

¡y a los dolores nos ata!

 

¡Cómo se espera en silencio

a que se cambie la suerte,

como se ahoga ese grito

que quiere atraer la muerte!

 

..Y así el padecimiento,

en un aceptado y lento,

insostenible tormento:

nuestra paciencia ejercita

y nos da: ¡envejecimiento!

 

Muriendo en cada momento,

...un día menos cada día,

...esperando una visita

...o una carta o un llamado,

una caricia, un abrazo,

un beso o el aliento

de una persona amada...

pero otro día pasa...

¡sin que se reciba nada!

 

¡Qué triste es llegar a viejo,

cuándo la vida es errada!,

cuando no se hicieron cosas

para después cosecharlas,

cuando ganó el egoísmo,

¡y se ha terminado el tiempo

de amarse a uno mismo!

 

Se ha muerto el último amigo...

la esposa, tal vez, ya falte...

muy lejos están los hijos...

¡cuánto demora la barca

que conduce al Abismo!

¿Será que ya comenzó

ese castigo eterno

al que llamamos Infierno?

 

¿Por qué las noches tan largas

son ahora, y no se encuentra

qué cosa hacer con los días

ni qué hacer con esas manos

que se hallan tan vacías... ?

¡qué largo se oye el lamento

del que está envejeciendo!;

¿será que habrá solución

para un vivo que está muerto...?

 

La soledad es el precio

que pagan los egoístas

por no renunciarse y dar...

¡es la soledad total:

la última soledad!

...de la que no se saldrá,

eso es lo que ha llegado:

¡la ansiada recta final!

ya sólo queda lograr

hacer el tiempo pasar...

 

¡Ya sólo queda esperar,

ninguna otra cosa más!