Quetzalli

Algo Incoherente

Tengo un plan que no puede fallar, un plano y una brújula invisible, un camino cercano un volcán lejano.
Juro lograrlo, que me quieras como yo te sé querer.

Tengo un invierno para cubrirte del frió
Resguardo un espacio en estas sabanas, la cavidad de mi pecho en esta cama.

El lúgubre manto de una danza de tango, 
una fragilidad tan bohemia, un corazón barroco en busca de la libertad cultural.
Ciudadano del mundo entero, de mi pecho y mi alma.
El día que se pierda la Luna y el sol sea nostalgia en espuma.

Si quererte es despedazarte, voy a hacerte añicos, te voy a esconder en este cofre
Me voy a dar el lujo de fumarte cada noche, de beberme la melancolía de tú mirada y de danzar abrazada a tu espalda.

Si quererte me hace loco, exijo de tus brazos un manicomio, donde llueva dulce elixir de tus labios, el sazón de tus besos.

Mis manos recorriendo los rincones y extremos de tu piel, de tu cuerpo.
La divina providencia, naufragante de tu alma.

Mantenerte al margen de estas letras
sumergirme en el néctar de tus parpados que al caer se despiden de Selene.

Me quedo contigo si me llevas la contraria, promete escaparte esta noche, yo te busco mañana, dime que volverás si te haz ido y vuelve, pero al lugar en el que no pueda encontrarte

Tienes en tu cuerpo, los pasos de mis recuerdos, reconciliemos de los errores los sueños encelados.
El cielo, el mundo y tu.

Juguemos con el sereno, desprendamos estas ropas y divaguemos hacia el cenit más lejano.
Convoquemos a la luna en una sola voz, al ritmo de las notas de paganini.

Una legión de besos escondidos, envueltos de caricias.
Cae en mi cuerpo mientras beso el vientre de tu alma.

La creación de la promesa más incumplida este tiempo, lo nuestro y lo que está por suceder.

 

 

 

 NOTA: Este escrito tiene consigo la huella de un trovador que me anima a escribir, Victor, gracias por esos duos tan maravillosos.