L. Roberto M. Uriostegui

Nocturno a mi amada

¿Recuerdas bien nuestro último beso?

fue una tarde nublada, como hoy,

como hoy que tus ojos lloraban

mientras tus pasos lentos avanzaban

y mi impotencia infinita lamentaba...

¿Qué nos pasó amor, si tanto tú me amabas?

A dónde se fue la vida que a tu lado

solo junto a ti yo tanto, tanto anhelaba.

Hoy te digo hasta nunca, corazón

pero dame un beso y un adiós amada mía

dame una amarga y dulce despedida

por que el recuerdo en mi se queda

mientras tu alma lejos, muy lejos emigra.

Y si mis labios no pudieron reternerte

entonces dime adiós ¡Adiós para siempre!

Despídete de mis caricias y mis rimas,

despídete de mi aliento y de mis restos,

dile adiós a momentos que jamás pasaron

Y si mis versos jamás te enamoraron, 

no tienes tú la culpa en realidad

la verdad es que nunca me gustaron.

Siénteme, siénteme otra vez, llora conmigo,

siente mis letras y siente mi vejez

mira a mis ojos que te admiran una y otra vez.

Adiós, adiós por última vez, 

pero amada mía, nunca dudes en volver

por que aunque lejos de mi vida estés

mis cobijas jóvenes te sabrán envolver.

 

Amor, te lloran mis letras tristes, anhelando que tú quieras volver.

L. Roberto M. Uriostegui