Carlos Fernando

La edad no importa

 

La edad no importa,

las rosas crecen con rapidez

hermosean los campos, pero

se marchitan rápidamente.

Los árboles en cambio,

tardan muchos años en crecer,

y dar sombra y fruto.

Ambos tienen un tiempo y un propósito,

y un ritmo distinto para crecer,

y cumplir cabalmente

con el propósito para el que

fueron creados.

En las personas

la edad cotidiana

es una cuestión de ánimo.

En mi exterior,

se manifiesta la edad que tengo,

pero en mi interior,

en ocasiones me siento

como un niño de cinco años,

y otras

como un anciano de noventa.

Pero constantemente

caigo en la conclusión

que sigo siendo el mismo

en esencia.:

Un ser que fue creado

para la eternidad,

y por tanto, sin edad.

SHALOM