Ramón Bonachí

Mi sombra y la tuya

Andaba pálida mi sombra, llorando
Y buscando lo que tanto amaba ,
pero el atardecer se iba colando
y la oscuridad ni siquiera preguntaba.


La luz, empezaba a distraerse
y el día recogía sus trazos,
los reflejos parecían perderse
mientras ella lloraba en mis brazos.


No comprendía tanta agonía,
¿ que buscara ? me preguntaba,
me dijo, antes que muera el día
quisiera desaparecer con mi amada.


Entonces, te busque y te abrace locamente,
y mi sombra se abrazó también a la tuya,
me miro y dijo simplemente
ahora que venga la noche y nos diluya.