amdiosteza

Agitandose...

Agitándose el cabello,

Con el viento de otoño,

Caminaba ella

Al borde  de un abismo.

 

No vayas la muerte acecha,

Y en tus ojos incoloros

La puedo ver,

Le dije.

 

-no has de preocuparte,

Mis ojos ya no tienen alma,

Más un suspiro, cuando se acaba,

Llora el aire, látigos de agonía.

Respondió.

Luego cayó…

 

En ese entonces,

Entre la vida y  la muerte,

Posaron sus ojos,

Ella con  la luna.

 


Francisco De Tescia.