Pedro Aros Castro

Pisando huellas


Hoy he aprendido ha pensar sin permiso,
arrancado a mi guitarra nuevos acordes,
supe que hay planetas en otras galaxias
donde también podría generarse la vida.

Que somos orilla de otra orilla,
extraños para nuestros extraños,
pequeños dioses esclavos de dioses
mínima partícula dentro de partícula.
que soñamos sueños ya soñados
que alguien nos plagio hace tiempo.

Somos herederos de fantasmas ancestrales,
sombra, negativo de otras sombras,
somos comienzo de pasado remoto,
descendientes de sobrevivientes,
portadores inconscientes de divinidad.

Que existe materia que descubre la luz,
oscuridad invisible que podría ser materia,
que lo que tenemos por verdad,
puede ser mentira compartida,
que a veces es mejor guardar silencio
y no vociferar la palabrota que esclaviza.

Que Atum-Ra, el sol negro hoy es evidente,
que el cerebro humano es más que lógica pura
que en finos chispazos nos descubre los misterios,
que este cuerpo que portamos orgullosos
es solo débil materia, que el espíritu mantiene.

Después de asomarme a los abismos,
después de tragarme noches estrelladas,
de comer todos los frutos prohibidos,
de andar y desandar viejos caminos...
creo, que seremos siempre ese niño,
que con ojos asombrados, se asoma
por la ventana a escudriñar la noche.