Tejedora de versos

EL REENCUENTRO

Toda las mañana  triste soñoliento

Entre ramas secas, trinaba un cardenal

En su canto mostraba la tristeza al viento

Y pedía por su amada, algún ancestral

 

Eres persistente,  y su canto  era

Como una oración, que a diario repetía

Pasaba el invierno, también  la primera

Y ahí el siempre cantaba con melancolía

 

Bajo el cielo azul, con su plumaje fuego

Con una gota de esperanza, en su corazón

Lanzaba a Dios canticos  de ruego

Para que su fiel amada, volviera al viejo limón

 

y en una amanecer de un mes de enero

Entre la repinta de mayo, su amada volvió

De su alma desapareció aquel desespero

Y una inmensa alegría  a su ser invadió

 

Las aves que allí, estaban presentes

Fueron testigas, de aquel gran encuentro

y  a  ese rojo cardenal elocuente

se le borro la tristeza, que llevaba dentro

 

 

y un canto frágil, canto apasionado

Aquellos corazones se unieron nuevamente

Y entre esos  chamizales, aquellos enamorados

Juraron amarte aun después de sus muertes

 

 

Aquel trinar largo del persistente cardenal

Hizo que su amada, volviera a su destino

El amor cuando  es  amor, puro  y real

Es bendecido por el Gran amor Divino