Raúl Daniel

Estoy enfermo... (de poesía)


Estoy enfermo de poesía,

pienso en versos todo el día,

mi alma sobrecogida vibra en rima.

 

Estoy enfermo de poesía,

mi piel siente los colores,

mi vista capta el sonido;

el teatro del Universo,

en sinfónica armonía,

entremezcla sus actores

en la mente mía.

 

Estoy enfermo de poesía,

prisionero de amores y de lejanías;

con agonías perennes

y desiertas apatías,

agazapadas en los ciernes

de mi melancolía.

 

Estoy enfermo de poesía,

enamorado del amor

y arrastrando en la vida

una herida tan antigua,

que ya es amiga, ... y acompaña;

que, por vieja, gastó su dolor

y, cuando no daña... se extraña.

 

Estoy enfermo de poesía,

de ritmo, cántico, loor,

fantasía… y de amor...

nada me aterra más

que no sentir este sentimiento

... y acepto sufrir ¡y lo prefiero,

a no tenerlo!

 

Estoy enfermo de poesía

y, en mi enfermedad,

me entrego a la agonía;

y no quiero consuelo,

¡mi enfermedad es mía!

Sufrir y morir día a día,

ya es mi forma de vida!

 

Estoy enfermo de poesía y lo prefiero...

a la materialista y gris

salud del mundo entero.

 

Estoy enfermo de poesía

y esto me va a matar,

lo sé muy bien... y conscientemente:

¡no me quiero curar!