Hugo Emilio Ocanto

¡Sálvame! (Poema)

Creo en los milagros.

Creo en Dios.

Creo en ti.

No te amargues.

No te desesperes.

La desesperación,

es suficiente

con la que tengo yo.

Creer... pero la realidad...

es otra...

¿En quién confiar?

¿En quién creer?

Tengo a Dios, a ti...

pero te siento tan lejana...

¡Sálvame!...

porque he de intentar suicidarme...

Vivir así, es mejor no estar...

arroja un salvavidas a mi existir...

Ya no existes en mi vida...

y ella sin ti,

vida no es...

Perdóname tú,

perdóname Dios...

Lo que me pasa, no lo sé...

Veo tanta maldad,

tanto egoísmo,

tanta arrogancia,

tanta indiferencia...

¿Y los sentimientos,

dónde están?

Esto para mí es un tormento...

he de ser culpable

tal vez de él...

pero...te necesito...

como al sol, al aire,

la luz, la piedad...

tus manos, que me has retirado,

y no han vuelto a tocar las mías...

Dios...¡ayúdame!...

Tú...¿me quieres?

Yo te amo con todas

las fuerzas de mi alma.

Pero soy un pecador más...

y llegan a mi sentir,

negros pensamientos...

Quisiera vivir,

deseo morir...

¿cómo es posible

que piense así?...

tan demencialmente...

¿Es que estoy realmente loco?

Si la locura me diese paz...

¡bendita sea mi idea,

de desaparecer,

de no pertenecer más

a este mundo cruel!...

¿Dónde puedo encontrar almas

que se unan a la mía?

Dejar de existir...

es morir, eliminarme...

suicidarme, matarme...

¡Qué horrendo pecado

el mío... aún pensándolo!...

¿Qué es lo que me pasa?

¡Oh, Señor, sálvame!...

perdona mis pecados...

uno de ellos es el de abandonarte,

aún necesitándote...

Mi alma está triste y dolorida...

Tú no tienes la culpa...

me declaro culpable

de mi ignorancia, de mi idea,

de mi intento... de dejar

este mundo... que muchas veces

me produce daño...

en el alma...

¿Por qué, por qué, por qué?...

Padre mío, me arrepiento

de mi pensamiento...

te imploro paz, para mí...

y para los que no saben

lo que hacen...

me incluyo yo en esta inconsciencia

de lo que hago, lo que pienso...

Me arrodillo ante ti...

Äyúdame, cumpliéndose

tu voluntad!...

Envíame tu luz...

para que tome una decisión

que sea la correcta...

¡la que me salve

de esta locura de mi alma!...

Derechos reservados de autor( Hugo Emilio Ocanto -19/01/2014)