Darío Ernesto

Herencia de los sueños


Soy tu progenie, tus suspiros, tus silencios
¡Oh padre, padre de mi sangre¡
Si vieras las luces y los caminos
En tu sueño profundo y obscuro
nada tiene paisaje.
En ese saco de madera, de lagrimas, barnizado y eterno.
Si vieras mis manos
Similares a las tuyas.
Barniz bello como el de mi guitarra,
¿Quien es el juez, tanto como el destino?
Que profirió castigo, con la muerte
Quien dijo que has partido,
si aun vives en mis mañanas y primaveras.
Si aun en este sueño profundo, perdura tu mirada
En mis nostalgias.
Tu eres mi sombra y refugio que me acompaña
Tu aroma, en mi tez existe padre del alma.
Tu eres mi voz, la calma y tregua,
tu s penas y alegrías aun la tristeza,
la canción en mi boca,que tu voz evocó,
Que trinaste ,
Pájaro zorzal en mi ser,deleitable
En mi eterna memoria.
Si vieras que en tu compartir,
soy tu huella,
busco en las raíces del árbol
Ser tus manos, ser polvo y humus.
Amando este verde.
Soy en ti la extensión de tus deseos.
Tu vives en mi.
Padre mío, que en los fríos y nieves
te fuiste, para abrigar tu alma,
En ese cajón y cofre de lustrada madera,
Fuiste un niño, joven y padre
tus años, pasaron como pasan los distantes barcos
Veloz, raudamente.
Dejando en mí, tu sangre,
Mi pecho herido
Mi voz en silencios.

Agosto 2 de 2013
Argentina.

Dario Ernesto Muñoz Sosa