Sara (Bar literario)

De la despedida...

El cielo que no rescatamos de la distancia

A nuestros ojos, caen las miradas

se desnuda el rostro del silencio

la mano se hace bruma

y tú, sombra de la ausencia

retornas a mi espejo.

 

Distancia.

 

\"Puedo escribir los versos más tristes...\"


 

 

Llevarme de tu amor, el nido. Al pájaro desnudarlo de su ternura.Ser todo lo que pudimos ser. Y nunca fuimos.

Una vez más...

 

Resurrección de soledad. Edad de aguja. Cae mi vida y la sostengo de mi muerte. 

Para qué he de hablar, si todo lo que dije hizo bonanza en la tierra. Abrió laberintos, fundó atajos de olvido. Y mi camino, se hizo de piedras mojadas. La mar se hace cama, se hace hogar. 

 

Y no voltees tu cabeza. Estoy llorando. La mujer que volaba entre tus cantos, se cose los pies al tiempo. Para tenerte, dice. Para llevarte como efigie. Y nunca perderte.

 

Pero dile, dile amor mío. Que no hay lejanía para perder el horizonte. El horizonte eras vos. Se pierde el cuerpo y sobre él se navega, para llorar amaneceres que se alzan como vigas. Y nos dejan murallas sobre lo in-agotable de la esencia.

 

Esencia. He dicho esencia. Te pierdo como monte de país de invernadero. Te pierdes de mis ojos como ceguera de años ya viejos. Te pierdes en ti mismo. Y digo que la esencia es un jardín infinito de amor sobre pradera.

 

Mentira de amor durmiente. Mentira de espuma que despierta sobre levadura. Alcohol de párpados despiertos. Sin efecto.


Ùltima lluvia.

 

Para que me ames, eternamente. Decías.

Terremoto. 

Cayó el techo. Las paredes temblaron.

¿Dónde estás?

 

Noticia local:

Dos sobrevivientes. Uno sigue con vida.

Yo me sostengo, solo de mi muerte. Una vez más.