Red
tus manos son como redes
me atrapan
tan roja es tu piel, tan roja
red que florece de la cuenca
al punto de ebullición tu herida adictiva,
me seduces la extensión de mi verbo
clara como el alba, densa y humeante
se clava de entre el sudor salino
que protege tus escamas
te extremeces, nerviosa
herida, una herida muy grande
te cubre los ojos, dilatados
te estremeces, te meces en mi pecho,
agitada, dejas tus aletas
arrastrarse en la corriente del alma,
cansada, deletreas un grito apagado
como ola dentro de tu venosa cuenca
sacudes la nieblina de tus aposentos
cual riqueza se escribe con cielo
para amanecer como sombra nerviosa
de entre la luz tímida abriéndose
las extremidades de la tierra,
a un sol que se entierra
como corcho de botella
agitese fuerte, más fuerte,
estallá, sale el corcho disparado,
y brota la miel,
brota por los caudales enfermizos de la madre tierra
hasta llegar al mar,
donde ha muerto un pez sin escamas.