Darío Ernesto

Vanas palàbras

 

 
 

 
Aun en ardua tarea un ser, cálido y tierno, de libertad infinita,
El camino le hace duro su planta, encallecen sus manos
Enraíza entre pedregales, en los valles y las sombras
Su pie se hace firme, el pensamiento, claro,
razonable, con amor y altruismo.
En esta singular vivencia
se torna infinita cierta sabiduría en crecento, paulatinamente.
Así un ser interiormente se construye
adopta formas, carácter y filosofías
es como si un ángel divino
una celestial bendición, lo fuese forjando.
Mientras tanto una voz, esa titilante conciencia
formula, late y late en busca de lo justo
 una luz  va destellando en esa razón,
nacen allí, reverdecen, brotan, enajenan
el sentido común.
Una ley como si de leyes de gravedad se tratase,
seres  benevolentes y por este motivo
caen, se precipitan a tierra
como el fruto del limóncuando esta maduro.
Aun en toda la vasta verdad que en nuestras almas
Reyna, habita, aun así
coexisten, la vanidad, la soberbia, obstinación
un juicio poco justo
bajo este mismo sol, el cual sale para justos e injustos.
Por tal motivo de maldad
alguien muy sabio, hijo del dios de los cielos y de la tierra
así lo expresó, con la vara con que ustedes midan,
serán medidos en cambio,
por tal motivo, el amor es la razón, la verdad
y motivo por el cual vinimos a poblar, la Tierra,
todo es vanidad, lo que el hombre del mal tesoro
profiere son  palabras necias,  que derrumban.
Con la lengua alabamos y con ella condenamos
cercenamos a nuestros congéneres, condicionamos
un negativo pensamiento hacia nuestro prójimo
quizás, por mas que existan infinitos libros, escritores, poetas
pensadores, eruditos, aun todo es vanidad
un duro esforzarse tras el viento,
la verdad única que existe
es, el amor,  Dios creador del don de la palabra
la expresión verbal,
de allí que el mismo expresó,
Así es mi palabra que sale de mi boca
No volverá a mi sin resultados, sino que tendrá éxito seguro
Para aquello en lo cual, la he enviado.
Vanidad, orgullo, egocentrismo, mentira, engaños, envidia,
Infidelidades, son actitudes del enemigo
quizás ese enemigo, solapadamente exista en nuestros hogares
en nuestro vecino, en el compañero de trabajo,
se desprende huidizo  y veloz el raciocinio
deducción que en la cordura, sensatez promulgamos,
mientras que hacer la vista y oídos sordos
nos pone en las veredas de los injustos, faltos de amor
Faltos de verdad en los labios.
Concluyo, con un proverbio muy antiguo,

Da un consejo a un necio y te odiará

 

Da un consejo a un sabio y este te amará.