Coty

Ahora que emprendo vuelo...

Encamino mis pasos hacia dulce morada

dejando mis cargas a la orilla del camino,

mis pies percibo ligeros y mi alma aliviada

para ser libre y feliz en mi nuevo destino.

 

No estés triste, ni en desconsuelo por mí, no me he ido,

tan solo estoy en otra dimensión albergado;

mira, no estoy desnudo, de tu amor voy vestido

y mi Fe me acompaña, siempre en Dios amparado.

 

Atiéndeme ésto, ¡es maravilloso! y es tal cual,

el amor, no tiene el reposo en la fría tumba,
si permanece auténtico, valiente y leal,

iluminando como lámpara en la penumbra.


Intacto queda, si el sentimiento es verdadero,

  energía impulsada, se mueve y se transforma…
y sobrevive victorioso, imperecedero,

puro y hermoso, en las más inusitadas formas…


 como en estas piadosas palabras de consuelo

que con este amor eterno y paciente te dejo,

para que cese por fin, toda tristeza y duelo,

pues no dejaré de amarte, aún si yo me alejo.