makmma

Cuéntame viento

Cuéntame viento, cuéntame tus aventuras,
Cuéntame tus viajes, tus sueños, pero espera un poquito,
Solo un poquito y dime, si en tu recorrido pudiste ver
Lo que mi corazón ha dejado partir hace mucho.
Hace mucho que no supe nada de mis recuerdos, mis sueños.

Y hasta hoy, que envuelves mis emociones con suave fragancia de antaño,
Que alimentas mi alma con golpes de espesas nubes de presencias olvidadas.
Con ansiosa y temblorosa angustia, no pude dejar de preguntarte viento amigo mío.

Cuéntame viento, ven cuéntame tus penas, junto a mi pecho que no cesa de llorar,
Cuéntame del amor perdido por mi rebelde orgullo de pasiones incompletas.
Solo y deprimido me he encontrado por mi premiosa decisión,
Y tal nostalgia no le he podido curar, ni la he podido calmar ni con lágrimas del cielo.

No, no puedo quitarme de mis sueños ni de mi corazón, tan excelso amor
Que llenó de esperanzas mi alma y mi ser, brillándolo con ternura en su mirada.
El amor que jamás debí perder con tanta desgracia y dejarme con tal desolación.

Cuéntame por favor te lo pido… Escucha este corazón que muere cada día sin saber de ella.
Cuéntame te lo ruego, sin que nadie sepa que mis lágrimas desbordaron mi último suspiro.
Cuéntame sobre ella, cuéntame cómo la viste, cuéntame sus sueños.
Cuéntame viento, cuéntame por favor, cuéntame sobre ella sin pretexto.

Es todo cuanto necesito para mi espiración.
Cuéntame amigo mío, cómo esta ella, cuéntame de su sonrisa y su dulce mirada celestial.
¿Es verdad que está más bella que nunca? Y que camina con dulzura y su cuerpo ha florecido,
Tan jugosa tentación de ternura que solo ella podría tenerla

Sí, sí, la puedo ver en el espectro de tú abrigo, y puedo sentir el perfume de su cuerpo que tú aliento me transmite, gracias viento amigo.
Ya puedes llevarlo, mi alma ahora te pertenece, te pago viento lo pactado.
Nada más en este mundo más hermoso y divino, que saber de ella y volver a sentir sus labios
Sus manos blancas y pequeñas que acariciaron mi rostro con sublime delicadez… pude besarla

Llévate amigo mío, llévate mi alma, y a mi amada cuéntale que me viste.
Dile que cada flor que cuidé fue pensando en ella y llévale la más hermosa acariciándole la mejilla.
Dile que la amé y hoy es solo un sueño con sabor a paraíso y cristales de ansiedad.
Dile viento mío, dile, que cuando sienta que la mañana es fresca y fragante, es que desperté con ella guardando su sueño.