Fuiste de mi piel la vida,
y de mis ojos la luz.
de mis manos la caricia
y de mis labios la miel.
de mis ganas la ardentía
de mi pasión el amor.
de mis senos el diluvio
que me robo el corazón.
la sensación de mi sensación
y la pasión de mis muslos.
los latidos de mi corazón
llegaste hasta mis entrañas
dejándome tu amor.
Éramos piel con piel
y dulce sabor a miel.
las piernas me temblaban
cuando de amor tú me hablabas.
Con tu pecho me apretabas
la pasión y el deseo
por mis piernas bajaba.
Sentí tu calor dulcemente,
en mis labios era sabor a miel
y los dos bebimos esa miel.
Caminaste en mis entrañas
y dejaste en mi piel la vida.
y fuimos vida después de la vida.
-Muero cada día desde que no estás-
Y te busco en cada beso que ya no tengo.
(Nueve meses que eres ciudadano del cielo)
Alicia Pérez Hernández
-No es la pluma la que escribe es el alma--