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MIS HERMANOS IMIGRANTES

  

 Camino voy de compras, muy cerca de la plaza de armas de Santiago, voy pensando en mis problemas

Y no miro hacia los lados, algo irrumpe fuertemente, es una camioneta, para, afuera de un costado de 

La catedral, donde solo entra la gente que se crea perfecta, buena de corazón, y limpia de pecados

Otros van a pedir bendiciones a los santos, y cuando salen mojan su frente con agua vendita para

Quien es creyente.

    Yo solo miro, esa camioneta, donde un tipo muy hacendado, busca gente para empleo, busca a los más desamparados

Los veo que se pelean por aquel duro trabajo, donde les pagan una miseria, mejor sería que aquel

Tipo se riera, su propuesta era risorio, pero ellos necesitan mantener a sus familias, o traerlos de un país vecino.

    Ho sacarles de una pieza, donde viven asignados con sus hijos y un pasado, que les da cada vez

Más fuerzas para trabajar en donde sea. Pare, y me hacer que, vi quienes eran ellos, mis hermanos

Inmigrantes, ilegales, pero bueno pregunte, puedo saber lo que esperan, se acercaron como cinco

Y dijeron solo una camioneta, que nos ofrezcan trabajo aunque sea una miseria.

    Se me atoraron las palabras y un nudo cruzo mi garganta soy boliviano y yo ceñito peruano

Y me cuentan somos tan discriminados, y yo no tenía una respuesta, si no hay ninguna diferencia

Solo son dos hombres iguales los que aguardan y toleran, el frio que hacia ese día y ellos con pura pollera.

    Yo les dije no hay cuidado yo no juzgo por su etnia, para mi todos somos iguales no hay ninguna diferencia

Era tarde era invierno y me dice usted es chilena, si dije muy humilde, y sentí algo de vergüenza

Dije no todos discriminamos al hermano emigrante, que trabaja tan duro por solo unas monedas.

    Ellos van a los campos a sembrar o cosechar, estube parada allí un buen rato, y dije por que no bien una

Paga digna, por un día de duro trabajo. No ceñito me dijeron, somos ilegales, y si no aceptamos la paga no

Hay comida para la casa.

     Me despedí y di vuelta mi cabeza, y seguían esperando solo, por una miseria, sentí pena por

Ellos, porque la gente se aprovecha, a nadie han matado, más que al hambre  la vergüenza, que

Por ser los ilegales, acaso no tiñen una idea, de lo que es una paga digna y lo que es una miseria.