Kurü Malen

Nada...

En lo alto se disipa un sentimiento, salio de los labios sin pedir consentimiento, prematura su muerte...
Ya no quiero escuchar un te amo, estos oídos no podrían tolerarlo, es que acaso el desgaste amaine un día...
Tantos miedos reducidos a un simple suspiro, no son de aquí, no pertenecen, no entienden, ya son ocaso...
Incrustado y perdido se le dejo vagando, no hay certeza que el tiempo no corroa, no hay palabra que las horas no cambien...
Que perpetuo silencio es anhelado, no vengas a estas playas, son desiertas, intocables, son vida misma, demasiado para lo capaz que son
tus ojos de ver parajes...
Vestiría cada suelo que tus pies pisan suaves, aquí no hay nada de aquello que buscas inalcanzable, mas si el cielo aterciopelado esta a mi 
alcance, regocijate no dudaría en el reposarte...
Mas que el cuerpo, el alma agotada, el corazón titilante, ve, corre, canta un susurro hipnotizante...
Que este humo acabe el recurso de las letras volubles, de los sueños quebrantables, de lo no perdurable, hacer creer que no hay mañana, 
y sorprender con un constante, darse cuenta lastimoso, que todo es mutable...
Que soledad fiel, no mira a otra parte, si pudieses cada estrella en la mano poseer, recuerdo serias de esta mente y alma errantes...
No hay principio ni fin que explique estas letras, solo existe un silencio abrumante, entre yo, mi otro yo, y esta muerte inagotable...
Mira tus ojos, que a los míos ya les duele bastante...