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2014 - Reino Galopante.

En el calendario chino, al final de este mes, empieza el año del Caballo de Madera.

Es el séptimo en el ciclo de 12, lo cual ya es un número cabalístico, de mucha energía.

Termina el año de la Serpiente, un año sinuoso, lleno de trampas, de engaños, de sangre fría, de los que se arrastran en el suelo con sus ondulaciones, y que muda su piel, en definitiva, aquellos en que no transmiten confianza. Huirá hacia su madriguera, dejándonos libres de su influencia para ajustar sus cuentas en otros planos.

Entrará en nuestro escenario el Caballo de madera, opuesto a la serpiente. Saldrá del confinamiento de su establo —de su estancamiento— con sus patas arraigadas a la tierra, nuestra naturaleza. Mientras estuvo en el establo, vivía un gran ensueño, experimentando con el ensayo y error, de cómo librarse de su NO condición. Animal de carácter vivaz y alegre, lleno de energía y emoción, sabe que aceptar las condiciones del entorno está en su capacidad, y no luchar en contra de la corriente. Su letargo le propició las armas con que luchar en esa batalla, y ganar esa guerra, pues entiende que el éxito depende más de la voluntad y perseverancia que de la existencia o no de milagros y quimeras.

En el ámbito astrológico, el año sufre la energía de Plutón, astro de las transformaciones profundas y definitivas. Su tránsito en él, termina con lo caduco, derruyendo viejas estructuras obsoletas, pues se hace necesario para crear lo nuevo. Cuando Júpiter entre en acción, las energías serán dimensionadas y la conexión emocional se ajustará a los objetivos propuestos.

Habrá procesos de cambios en todos los escenarios, desde a uno mismo hasta las grandes naciones y, por supuesto, éstas serán las más notadas, pero debemos prestar especial atención a nuestra propia individualidad.

Es el tiempo de enfrentar a los Karmas, combatir el ego con el amor de una madre que está generando una nueva forma de vida y sabe que en el dolor tendrá su recompensa.

Tomemos las riendas de ese caballo, como jinetes expertos, saltemos a caminos inexplorados, compartamos la confianza disipando los miedos y dudas, entremos en el sendero de la paz, de la armonía, de la justicia, seamos UNO con nuestro caballo: cuerpo y mente, aunque llegue el tiempo que el caballo necesite descansar…