Yo no fui el culpable de que te quedaras sin esposo,
yo no fui el que te rompió el corazón;
yo no fui el que te robó un beso,
yo no fui el que te escribió esa canción.
Tú no eres la madre de mis versos,
mis poemas no tienen musa;
no soy mentiroso,
mis mentiras son sinceras.
Yo no fui el culpable que de mi te hayas enamorado,
yo no fui el culpable de tu llanto,
yo no fui el que en navidad te regaló ese vestido morado;
yo no soy el padre de tu hijito.
Lejos estamos mejor,
no habría que respirar tu aroma;
te dije: “no te quiero”,
no lo dije en broma.
Yo nunca te quise,
yo no fui el culpable de tus peleas por mí;
yo no fui el que te agregó por el face,
yo nunca me fije en ti.
¡Ni sabía que existías!