Luna y Poesía

...EL DESEO DE UNA CARICIA...

 

 

 La  noche se aproximaba y en su velo nos traía la magia
del brillo de las estrellas y de la luna blanca enamorada
y nosotros un inmenso deseo teníamos de pecarnos, mi vida
y, entonces se buscaban nuestros cuerpos junto a la esencia
que se encendía en nuestras almas, con solo el deseo de una caricia
que se inventaba como verdad cuando éramos carnales en aquella cita
 te tocaba, me besabas  y me dejabas húmeda y con ganas mi entrada
yo dejaba en tu piel señales  vivas de que existía el pecado y la locura
entonces nos sujetábamos en el poder del deseo que nos quemaba
que nos empujaba sin voluntad a decirnos: ya eres mío, ya soy tuya
pecado divino que nos olvidaba del infierno y una nube clara era la sábana
que nos envolvía sin césar en el ímpetu del ansia que nos arrinconaba
con íntimos cariños, encendiendo el fuego entre los dos y más nos ataba
nos inducia como animales en celo a  esperar la noche con enorme entregada
entonces tú y yo abríamos los cerrojos con solo el deseo de una caricia
hasta llegar  corriéndonos y amándonos sin medida y sin conciencia
nos olvidabamos del mundo allá afuera y suspirábamos enajenados mi vida
solo por el deseo de una caricia que aniquilaba, en los dos, la entereza…

Poema original de Luna blanca
03.01.2014