David G2

VERSOS MATINALES. (A Eveling López Zeledón)

Un aire suave pasa por mi ventana,

tan suave, tan lleno, tan mañanero,

envuelve de versos a la mañana,

y el pensamiento vuela hacia ella primero.

 

Pasa una sutil mariposa traviesa,

y pasa tambien una abeja perdida,

la mariposa sin flor y tan triste regresa,

y la abeja tan fiel del regreso se olvida.

 

¡Ve mariposa! le digo yo con esmero,

ve a buscar a la flor que hoy me fulgura,

no dejes que la abeja llegue a ella primero

y robe de su sonrisa lo frágil de su dulzura.

 

Ve a despertar su sonrisa que añoro,

y en su oído susurra eufonía de flor,

dile que guardo su voz cual tesoro,

y deliro al pensar si tuviera su amor.

 

El aire tan suave pasa y se aleja,

y el pensamiento regresa de la ilusión,

ni la mariposa va, y ni regresa la abeja,

y el verso dibuja su rostro en mi corazón.