Federico Rivero Scarani

SÍLFIDE OSCURA.

La misma claridad

rompe tu sombrío perfil.

Torva la tempestad.

Blancas las centellas

que hieren el cielo ceniciento.

 

Si es tu deseo

que me entregue a las sombras

envuelto en terciopelo azul,

así será.

 

La ventana del quinto cuarto

abierta al abismo mojado.

El relámpago iluminándote.

 

Subiré la escalera de caracol,

traeré gotas de lágrimas santas

para conmover tu perdón.

 

Sembraré flores negras y opacadas

y de la hiel que de ellas saque

beberé así tu mirada.

 

La indulgencia rozará tus dedos

como lo hizo un espectro conmigo,

la noche que sudé por tu ausencia.

 

Y ahora,

en este remolino de colores ignotos,

te pido paz por mi alma

y por mis huesos clemencia.