Coty

Aquí como Sabina...

Y yo aquí como Sabina, tarareando su canción,

enfrentándome a este día con algo de conmoción;

esta sensación de deja vú, que me deja sorprendida…

¿Será que ya había pasado esto en otra lejana vida?

 

Cuarenta y diez, dizque tengo, en mi registro de nacimiento,

es mi madre bella quien podrá atestiguar que yo no miento;

preferiría pasar este día de largo y sin asombro

por aquello de las moscas…tiro un poco de sal sobre mi hombro.

 

Medio siglo se dice fácil, se acumulan muchas lunas

pero esta es la adolescencia de mi vejez sin duda alguna;

examino en el espejo mi imagen, de frente y medio lado

sin duda el implacable tiempo ha estado en su labor afanado.

 

Sin embargo, satisface ganar una que otra de las luchas

razones para sonreír me quedan todavía… y muchas;

veo que todavía hace curvas armoniosas mi cintura,

me hago un guiño, aún queda algo de hermoso en mi figura.

 

Más éste cinco y cero no traiciona y no provoca daños

si en mi cuenta solo han ido sumando unos cuantos años

lo que importa es lo que hasta ahora, me ha tocado y he vivido

como  humano, he sufrido, pero ha sido más…lo que he reído.

 

No me pesa entonces, este ya medio siglo acumulado,

y todas las vivencias que a su inexorable paso he logrado;

una hoja más que se mueve en este noble calendario

solo me da fuerzas para seguir en mi camino diario.

 

Corría el sesenta y tres, y era el último día del año

Doña Mirtala la partera, y para hacerlo más extraño,

medianoche, y entre cálidos abrazos y ruidosos petardos

vieron mis ojos la luz y comenzaron mis días gallardos.

 

Gratitud, es lo que siento, con el Creador de mis días

por todo lo que me ha dado, bendiciones, que son tan mías

alegrías y sinsabores, absolutamente todo, en su justa medida

dos bellos hijos, familia, salud, trabajo, amigos… premios de mi vida.

 

Y un corazón expectante aún, en la línea fina del horizonte

¿acaso el amor de nuevo, sorprendido como polizonte?

que soñar siempre es locura y la locura es… vivificante.

¡a mis cuarenta y diez, la vida sigue siendo… emocionante!