Murialdo Chicaiza

MELANCOLÍA

No me queda sino la soledad

para apretarla entre mis brazos

me queda esta llaga de existir

de intentar ver lo bello de los atardeceres

los ocasos rojos en el fondo azul

de un cielo que se repite.

Mientras el mundo se debate

entre la vida y la muerte,

entre la voluntad de los señores

de la guerra y de la muerte.

Me queda una balsa

a pesar de mi naufragio

es una mujer que me ama

el milagro del deseo, el amor.

Y termina un ciclo y empieza otro

abrazo a mi soledad

le doy nombre y ella me abraza

la melancolía se transforma

en una canción lúgubre

es mi triste manera de ser feliz

porque comparto el dolor

de los desolados y la esperanza

de los cuerdos

que viajamos hacia la locura.