Erickzen Ludewig

Hermosa


La muerte ostenta una sonrisa estival

Con chorros de sangre hospedado en su paladar.

Las moscas se adhieren en su esquelética silueta

Rebuscan carne joven de vulgares víctimas ajenas.

Las ratas bajo hipnosis saborean su hediondez

Las cucarachas marchan por la ciudad Guiadas por los angustiantes gritos

Que su sombra engendra tras engullir la vida.

La muerte sopla y disipa,

Absorbe y transmuta,

Crucifica la risa e inocula el llanto

Esta aquí, a tu lado...

Y a la vez esta en todos lados.

Enfilando un beso que arranca el aliento

Rasga la piel y siembra gusanos en las entrañas.

La muerte ostenta tu asquerosa libertad

Mientras los gusanos se transforman en insectos

Que volaran al infierno con cada partícula

De vuestro espíritu fragmentado.