Remansos de río, agua tibia y clara,
corriente que fluye en linda armonía,
tras la vasta y copiosa lluvia fría,
caen gotas de rocío en mi cara.
Amor que sobrepasa mis sentidos,
tal cual río que en su cauce desborda,
desnuda mi piel, de caricias borda,
activa en mi corazón sus latidos.
A la orilla del río crecen flores,
mudos testigos en naturaleza,
y que con singular rareza curan,
y alivian en mi, todos mis temores.
Más nunca dudaré de la belleza,
y el gran amor, que tus labios me juran.