Andrea Valentina

Rompepalabras

Habrá que reinventarse tantas veces como sea necesario
Para desarmarse y armar
Habrá que adentrarse en uno, ese animal desconocido, mucha veces abierto y después cosido que despierta en la madrugada y gira como queriéndose preguntar algo pero caracol de la noche, se desfragmenta en pensamientos antes que salga el sol y calla. Habrá que trabajar en aceptarse y a veces tallar, moldear hasta el estremecimiento y ser.
Confíate los secretos que no te dices, permite que esas palabras salgan de tu boca como pájaros que vuelan hacia otros… y acepta también a las pródigas que regresan al seno de los labios, al nido del que alguna vez salieron.

Ella te mira, se acerca... te está observando. La poesía en ocasiones te quiere hacer\"


Las palabras, esos cuerpos que se hilvanan mansamente, para penetrar en otros, guantes de sentires, necesidades o a veces huecos oscuros de silencios que se escapan ordenadamente y braman en la virginidad de un alma que no sabía expresar y sin pensarlo, nace, pariéndose a si misma para exponerse. 

El poema debe estremecer, así deba llegar mordiendo. Poema que no deja secuela, poema no es.

Ni la poesía, 
ni el mapeo de tus trozos vagabundos 
o mí olor a fruta recién cortada nos salvará 
Ni éste amorarena, contado en texturas 
ni lo anecdotico, lo carnal, lo piedra 
lo infierno o lo surreal... nos salvará está vez, 
Pero esos títeres por años, 
letras… que finalmente succionaron fuerza en la erosión,
cobraron vida para no callar ya mas.


La lluvia y el puñal
la piel viuda rezonga
esta muerte de amor mendigo.
Las lágrimas amortajadas

los pasos desordenados
el rostro que ya no es,
sino en la saliva de todos.