kafkegard

¡Que rica ensalada!

Tu mirada exclamo

¡Solo te amo a tí!

Y la mía respondio

mujer solo soy de tí.


Algo se me antojaba

¿Era un beso o una papaya?,

Te di un ardiente beso

y ese momento fue intenso.


Pero el antojo no aflojaba

definitivamente queria una papaya,

tus ojos demostraron sorpresa

y yo los miraba con sutileza.


Exclamaste, ¡Amor, traje tu papaya!

Totalmente sorpresivo grité 

¡Ay papaya de celaya!

Y tus cachetes sonroje.


Me dijiste: Me esforzé en cuidarla,

te dije: pues vamos a estrenarla,

mencionaste que la cuidara

y te exprese, pues hay que pelarla.


¡No!, Salio de tus labios

¡Que!, De los míos,

ni que fuera pepino, sonreiste,

por un momento me puse triste.

 

 Vamos a llenar ese hueco, te dije,

¡Si!, a-priori respondiste,

dejame pelar el pepino, me indujiste

y rapido asentí al desvestirte.


Preparando dos frutas

tu el pepino, yo la papaya,

viendo como disfrutabas

al sazonar tu papaya.


Quedando una sabrosa ensalada

con mi pepino y tu papaya,

no dejamos ni una sosobra.

¡Ay que rica ensalada!.


Tu y yo muy satisfechos

nos dimos miles de besos,

hay que repetir estos bellos momentos

hasta el fín de todos los tiempos.


¡Ay que ensalada tán rica!

Te amo mucho mi vida,

yo soy de tí y tu de mí

ahora descorchemos esa sidra.