Te pienso en azul
azul intenso,
profundo como el espacio que nos separa,
tranquilizador y fresco.
¿De qué misterio y lumbre
has venido a entibiar mi humana noche?
que dulzuras guardas para mi bajo tu lengua,
ebrio de soles y de arándanos.
Cuando de azul me miras,
¡sollamado el beso!
el amor se anuncia como viento de verano
oleando cimas en la sangre.
Dulcísimo es saberte en el abrazo
en la piel y en el temblor
que diezma mis rodillas.
Cuando te pienso dulce mío
un suspiro corre…
para estallar tras los ciruelos.
Alejandrina.