Juan de Marsilio

A mi esposa (Colonia del Sacramento, enero de 2010)


Te elegí para siempre

en la pobre medida

que del siempre se nos concede

a los mortales

de este lado de acá.

Te elegí, pues, para poco

pero ese poco es todo lo que poseo

y un poco más aún:

es -por ahora - todo lo que soy.

Sin embargo,

dejo constancia aquí

de que si para más fuera posible

para más te eligiera,

todas las veces que me lo planteasen,

como te hube escogido para siempre una vez,

en la hermosa medida del siempre

que a  los seres mortales nos es concedida.