Teresa Ema Suárez

Le gano la pereza al pensamiento.

Le gano la pereza al pensamiento.

 

 

Le gano la pereza al pensamiento

y se durmió rendido, sin afanes.

Las calles afuera están calientes,

el sol las achicharra por instantes.

El sudor que corre por su cuerpo,

no le deja dormir, divaga solo.

Ya ni siquiera tiene compañía,

pues en la vida, él cambio su suerte.

Malogrando tanta inteligencia

y rendido ante el Amor de una mujer,

lo dejo todo, familia, ideales;

perdido sin su Fe sin sus creencias.

Solo las piernas torneadas y esos tacos,

suenan y resuenan en su mente.

Amor de un día fue para ella,

Una noche y prendando quedo,

 él para siempre. Vendió su alma.

Por un simple reproche, que su compañera,

le hizo desde siempre…solo quiso saber

si el aun la amaba.

Y su capricho de hombre necio,

sello sus labios, a pesar de tanto amarla.

Vagando solo en este mundo,

perdiendo lo más puro y sagrado…la familia.

No por falta de buenos sentimientos,

sino por la codicia, el deseo, por el mimo

que aunque prestado, le costó muy caro.

Sus ojos ya no miran el ayer

y su mañana lo engaño, con el presente.

Luces de colores guardan hoy su mente,

perdido y entregado a sus instintos,

teniéndolo todo, se convirtió en mendigo.

 

 

Teresa Suárez.

18/12/13

# safecreative