Petertedeus

Ahora te vas.

Ahora te vas
desdichada
mujer amante
de mi sueños,
mis desvelos
y mi arte.

Bendito el beso
que me maldijo el alma,
me ato a tu espalda
y me condenado
a este idilio suicida.

Un abismo será
la distancia
que nos separe
y mi deidad el medio
que nos una.

El último beso fue
de esos que engordan,
de esos que estorban,
de esos que matan.

Fuiste culpable del luto
de este corazón que en bruto
se entregó para tus manos.

Esa mirada tentadora
que solicita un beso urgente
de mis labios que pacientes
esperan tu regreso.

Me disgusta las distancia
que aplaza nuestro encuentro,
me confunden los consejos
del experimentado, padre tiempo.