Peregrina

SUEÑO DE AMOR

 

 

Sueño el momento en que sus ojos

acorten la distancia hacia los míos

sabedores que el dolor aprieta el ansia

de un abrazo sereno, enternecido,

y no vuelva yo a verme en extravío

o en sinrazón de la vida, sin sentido.

 

Sueño el momento en que su mano

estreche la de aquel que le ha ofendido

aunque en el alma se sienta malherido

por solo amor le haya perdonado,

con secillez en su corazón, al recibirlo,

la invisible grandeza se haya manifestado.

 

Sueño el tiempo en que un pueblo enajenado

despierte ante el abuso desmedido

que en su ignorancia, por sí lo ha permitido,

mas conciente al levantarse de esa tumba

donde solo se ha enterrado en su atolondre,

como un gigante y sin vacilación actúe,

y recupere el amor propio que ha perdido.

 

Sueño el momento en que la desdicha

se aparte por completo de este mundo,

que si el hombre siente tan profundo

no encuentre el camino, tan sencillo,

como guardar al hermano en infortunio,

en verdadero amor fraterno concedido.

 

Sueño ese tiempo en que el humano

deje de buscar camino fácil,

que por esfuerzo de aquel comprometido

será premiada con creces la fatiga

y en lugar de que deprede, el que cuide

deje un mundo mejor para el que viene.