Albin Lainez

te necesito

como al crístico pan

que alumbra sobre pecadores

Te sufro

porque soy adicto a tu piel.

Emano sensualidad

al presentir el toque felino

y ese rumor de algodones

que te cubren las caderas

dispuestas a satisfacer.

Beberé renovada leche

que te eyaculan los senos pardos.

Sumergiré el rostro

en tu cabellera

para aspirar  el licencioso aroma

que exudas en mi proximidad.

También quiero

morderte la espalda

con que tomas distancia.

La espalda

de brillo lunar siempre plateada

y hábil en juegos prohibidos

Nada de vos dejaré sin degustar,

serás el manjar para mi hambre

 

Cuando sea el momento

me verás arder de gozo y expectativa,

envuelto en fuego,

para sazonarte, engullirte, paladearte.

 

Embriagado

en la magia

de tus sabores