Francisco de los Angeles

TU MISMA

 Tu misma la de los ojos bellos,

La mirada incrédula,

La que me enamoro una vez,

Siempre tan dulce,

Y tan amarga a la vez,

 

El tiempo no borro mi amor,

Cada día con candado de acero,

La cerradura de mi corazón no abrió,

Hasta volver a ver ese cuerpo,

Ese cuerpo que me enloqueció.

 

Ahora solo digo que te quiero,

Pero en mi inmundo ser,

Aun te amo,

Aun más, que en el ayer.

 

No te quiero ver,

Parezco vagabundo,

Vagando,

Vagando por tu amor.

 

Aquí te explico y te escribo;

Lo que no te sé decir.