jorgam

CONFESION

Si un día me atacara
confesarme sin respiro,
elegiría para hacerlo
confesar en tus oídos,
pues no existe un templo
que me brinde más alivio,
como no existe perdón
que me deje más tranquilo.

Aunque puedas no escuchar
y no entiendas lo que digo,
aunque puedas no sentir
que me quepa algún castigo,
solo deja que descargue
mis miserias, mi cinismo,
que las culpas duelen más
encubiertas por mi mismo