JUSTO ALDÚ

ASIMBONANGA MANDIBAH!!!

Las luces se fueron
y brillaron las velas ante la resurrección de las calles
jineteamos el mismo hecho histórico
de aquel que donó el designio al mundo
de seguir con la esperanza a cuestas

No, no lo hemos visto.
No sabemos dónde está,
solo sabemos que resiste al oprobio y la discriminación,
que enseña al pobre y al justo.
Es la voz apocalíptica de los predicadores
apacentando humildes,
brindando esperanzas con su fe altiva,
preparando para otros un camino.

No, no sabemos dónde está,
quizá esté dando un grito o multiplicando peces
en un mar sin discriminaciones;
sin pescadores de injusticias,
mientras otros,
se miran los unos a los otros encogiéndose de hombros.

Y preguntaron por él ante los perros,
luego hubo grabadoras, celdas húmedas, oscuras,
llenas de moho..., amarradas al insulto.
Cadenas negras en un mundo discriminatorio blanco.
La policía interroga y repetimos con fuerza:
No, no sabemos dónde está,
andaba por aquí, por allá,
con propaganda,
con toda su historia
de libertades ocultas
en contra de los asalariados del terror,
aquellos que no tienen melanina ni escrúpulos

Ayer, no sabíamos donde estaba,
pero hoy sabemos que descansa en paz
solo cayeron los de entonces
ahora corre la luz entre los dedos,
abrillantan el día las ilusiones
como semilla al sol en el surco
creciendo vertiginosamente en el fondo de la justicia

No, no sabemos dónde está,
contestamos cuando lo buscaban para encarcelarlo
y poner fin a su protesta
en beneficio de la humanidad.