Adelaida López Marcos

LAS HIENAS CON SU FANGO

¡No!, mi trabajo aún no ha terminado
cuantas veces he querido dejarme llevar
soltando mi manto y secarme en otro lado,
o cuantas veces no le habré reflejado a la luna tu nombre
apagando mi manto de las estaciones,
¡pero me acuerdo de ti!,
¡y no!, mi trabajo aún no ha terminado.

Crujen mis cantos de hueso a media noche
coros de lima y dientes de hiena me clavan
dejándome de un verde puerto carroñero
que va tallando su aliento en mi madera de hueso,
pudriendo mi raíz,
¡mi raíz con sus dedos!
que me arrancan tu nombre despacio.

Montañas y serrín de crema
que se enganchan y me aprietan con rabia su condena
mordiendo de mi vientre se sacian ¡y me abren de tajo!
pisando la sangre de mi raíz, que late debajo.

Agua del fango que beben mis montañas de arena
saciándose de mi vientre, me da de beber
la uña del bastardo carroñero
con su verde manto de trapo.

¡Por estos huesos flacos!
que vais cubriendo de fango
mi vestido de Vega
¡sois carroña de hienas!
pisando la sangre de mi raíz, que late debajo.

¡No!, mi trabajo aún no ha terminado
cuantas veces he querido dejarme llevar
soltando mi manto y secarme en otro lado
o cuantas veces no le habré reflejado a la luna tu nombre
¡pero me acuerdo de ti!
¡y no!, mi trabajo aún no ha terminado.