ALFREDO

SONETO DE DOLOR

Concluí una tétrica novela,
anunciando una caminata paranoica,
donde iba maldiciendo todo ser que se moviera,
intentando encubrir mi gruesa sombra.

Fui sin camino que cobijara mis pasos
rectando como un humano-serpiente
acariciando el suelo como a una flor olorosa
huyendo aterrado sin brazos, ni piernas.

Y halle un par de costales perpetrados
por los perros sarnosos de las calles
conteniendo libros, artes e ideales.

Estupefacto solo atine a levantarme
con mi rosado cuerpo segmentado
y con mi espíritu indignado por la imagen.