Amadeus

En una siesta

       Si te preocupa mientras estas en silencio, ocúpate. Si te tortura en la soledad, olvídalo. Quizás sea que tienes el pensamiento cansado y que los ojos solo necesitan llorar. O quizás sea un abrazo. Muy bien, dos abrazos entonces porque con esta desdicha ya los pulmones no me dan para un suspiro más. Esto es lo que nadie cuenta, a lo que nadie se atreve. Escribir por vaciar la mente y quedar claro con sí mismo. El humo me adormece peor aun la pantalla. El fondo blanco me hace alucinar y le envía señales a mi cerebro que es hora de dormir.