Hugo Emilio Ocanto

No quieres darme trabajo -Monólogo- - GRABADO- Autor e Intérprete: Hugo Emilio Ocanto-

Nunca pensé que

me negarías trabajar.

A lo nuestro también

le llamamos trabajo.

Y aunque muchos no lo crean,

es uno de los más sacrificados.

No son momentos de flores,

sino de intenso sacrificio.

Me dices que pierdo la memoria.

No voy a negarlo,

tienes razón...

pero te creí con más corazón.

Me tratas como

a un trapo de piso.

En mi juventud

varias veces he barrido

la sala de un cine

para poder entrar

a ver películas.

Lo hice durante

varios años...

El cine era una 

de mis pasiones.

Cuando llegaba a casa,

representaba uno

de los personajes.

A través de ellos

nació mi deseo

de ser actor.

Y ahora tú,

me estás negando

trabajar haciendo

uno de los personajes

de la próxima temporada.

Un hombre de mi edad,

ya tengo que claudicar

porque me estás diciendo

que soy muy viejo

para actuar.

En tu próxima obra

hay un personaje adulto...

o llámalo viejo...

Pues bien, soy anciano,

según tu opinión...

¡Me importa un cuerno

si me lo dices!...

No me siento

un anciano decrépito...

aún me siento 

con voluntad para actuar...

¡Cómo te han

cambiado los años!...

Y pensar que tienes

dos años menos que yo....

¿Y te crees que

eres un adolescente?

Eres tan viejo como yo...

Con la única diferencia

que tú eres productor

y dueño del teatro...

Y yo soy un actor

que deseo volver

al escenario...

Déjame hacer

ese personaje.

Te aseguro

que ha de ser un éxito...

¿Ya no confías en mí?

¡Dejaste de confiar

porque hace unos años

que no actúo!...

¿Tan poca fe

tienes en mí?

Pensar que no

hace mucho tiempo

me llamabas

porque me catalogabas

como uno de

tus actores preferidos...

Tómame una prueba

en el personaje,

y te darás cuenta

que no te defraudaré.

¡Confía una vez

más en mí,

y me devolverás

la vida!...

Necesito representar,

no tanto por lo económico,

sino porque necesito hacerlo.

Tengo la necesidad

de representar...

Te pido me otorgues

una nueva oportunidad.

¿Qué me respondes?...

No tengas en cuenta

mis lágrimas...

Hay una escena

en la obra,

en que el abuelo

al reprender a su nieto

debe llorar...

Estoy anticipando

mis lágrimas,

porque brotan

desde lo más profundo

de mi alma...

Es por la emoción

de la expectativa...

Dame una afirmación

a mi pedido,

y te aseguro que

el público

saldrá llorando

en el final

de la obra.

Debemos volver

a los éxitos de antes...

¿Me darás el personaje?

¡Confiaba en que

no me defraudarías!...

¡Tampoco yo

he de defraudarte!...

Sí, mañana

a las cinco de la tarde

comenzaremos a leer

el guión...

Hasta mañana,

mi siempre amigo...

Derechos reservados del autor (Hugo Emilio Ocanto - 29/11/2013)