Es inentendible que tú,
te convirtieras en mi oxígeno,
después que te di mi espíritu,
cuando te seguía cerrando los ojos,
Todo tan brillante con esperanzas,
encarando a todo y todos por ti,
Comiéndome el orgullo y callar,
pidiendo apoyo en tu gran mirada,
Ahora que me dices la verdad,
Me da igual para dónde vas,
aunque la mentira me va a matar,
has creado en mi un árbol de desconfianza,
Ve, rápido y sigue pensando en ti,
Me haces daño y me culpas por enfadarme,
Por buscarte y darte las gracias,
Sin saber dónde ir en la soledad,
Tanto que te advertí que nada terminara así,
Ve, rápido y sigue pensando en ti,
Convirtiéndome en un manojo de oraciones,
Cuando más te necesitaba te marchaste,
Dándome cuenta que aquella que le di mi confianza,
Jugo un buen rato con este ignorante,
Ve, rápido y sigue pensando en ti,
Las cenizas de mi vida me dicen
no eres la misma por quien viví,
Ve, rápido y sigue pensando en ti,
Solo pido no conocer alguien igual a ti…